Cómo hacer el marco teórico de un TFG

14 de diciembre de 2020

|  5 de octubre de 2023

La realización del marco teórico de un TFG es el principal escollo de muchos trabajos de investigación, ya que supone tener que profundizar en una bibliografía que, en ocasiones, resulta no ser accesible y presenta varios problemas de localización. Dado que la justificación bibliográfica lo es todo en la elaboración de un TFG y que gran parte del porcentaje de la calificación final va a depender del enfoque de este marco teórico, vamos a tratar de echarte un cable y darte las pautas necesarias para que sepas cómo hacer el marco teórico de un TFG de la manera adecuada.

Un Trabajo de Fin de Grado pone a prueba no solo los conocimientos adquiridos a lo largo de los cuatro años de carrera, sino tus habilidades de investigador para hacerte con la bibliografía adecuada y saber plasmarla correctamente ante un equipo de expertos que juzguen tu trabajo de la manera más objetiva y crítica posible, que serán los que conforman el tribunal que decidirá si eres apto o no para ser considerado titulado universitario. La base de todo proyecto de final de carrera es el marco teórico, que proyecta las perspectivas de tu labor y contextualiza tus aportaciones y tus razonamientos críticos. Pero vayamos paso por paso para entender qué es y cómo hacer el marco teórico de un TFG.

Qué es el marco teórico de un TFG

Quizá, por definición, sepas lo que es un marco teórico e intuyas por dónde van los tiros. Pero, ¿sabes qué es un marco teórico en un TFG? Más allá de obviedades, el marco teórico de un TFG no es más que la contextualización previa del tema principal de la investigación que se encarga de recoger las aportaciones previas a la tuya sobre la cuestión tratada. Es decir, es una revisión de lo que se ha afirmado y publicado con anterioridad sobre el tema que estás tratando. Es vital llevarlo a cabo no solo para demostrar al tribunal que conoces el tema que estás a punto de exponer, sino para allanar el terreno que te permita realizar tus aportaciones críticas, relacionar lo expuesto por otros investigadores con anterioridad y justificar tu apoyo o tu rechazo a sus tesis previas.

Este ejercicio de relación entre supuestos es el sustento de todo trabajo de investigación, ya que el tribunal siempre valora muy positivamente que se lleve a cabo un ejercicio de crítica hacia lo anteriormente expuesto por otras eminencias para que el alumno realice, o al menos encauce, su propio punto de vista acerca de la cuestión de la que trata el proyecto.

Cómo empezar el marco teórico de un TFG

Es recurrente la idea de que un TFG es exclusivamente la redacción de un trabajo con ciertas referencias bibliográficas, cuando ese es el aspecto que menos relevancia debe tener a la hora de enfocar un TFG. Esto también se debe a una escasa preparación de cara a la elaboración del trabajo por parte de la propia universidad, de ahí que no sea extraño que gran parte del alumnado universitario no sepa ni tan siquiera cómo empezar el marco teórico de un TFG.

La documentación lo es todo en un TFG, y esta es la base del marco teórico. Debes empezar leyendo, informándote, documentándote sobre el tema. Solo así conocerás las distintas corrientes del pensamiento que han abarcado y tratado tu tema de investigación a lo largo de la historia y puedas elaborar adecuadamente el marco teórico de tu trabajo. Debes retener la información básica acerca de los diferentes estudiosos sobre el tema y entender cuál es su enfoque para poder realizar un razonamiento crítico sobre el mismo y dar cabida a tus aportaciones, que serán valoradas muy positivamente por el jurado. Eso solo se consigue leyendo, registrando las bibliotecas que tengas a tu alcance y haciendo un listado de cada libro consultado. Esto dará forma a tu marco teórico y facilitará sobremanera las tareas de redacción cuando debas plasmar las referencias bibliográficas en tu trabajo.

Cómo hacer el marco teórico de un TFG

Si has llegado hasta aquí, ya debes tener claro qué es el marco teórico de un TFG y qué necesitas para elaborarlo. Sin embargo, ¿sabes realmente cómo hacerlo de manera íntegra y cómo enfocarlo adecuadamente? Seguramente no, así que vamos a ello.

La estructura tradicional y la más rechazada entre los docentes universitarios es la de comenzar el TFG con una introducción previa en la que se aglutine toda la información que sustenta el marco teórico del trabajo. No es que el trabajo no deba tener una introducción (craso error si la omites, ya que renunciarías a vertebrar tu discurso de manera lógica y coherente), pero no debes limitar la redacción del marco teórico a las primeras páginas de tu trabajo. Debe estar presente a lo largo de todo el proyecto para relacionarlo con los distintos prismas desde los que se ha tratado la cuestión, y no debe quedar acotado a una mera sección aparte. Limitar la aplicación del marco teórico a la introducción es abocar tu proyecto al fracaso.

Para que esto no suceda, debes apostar por una estructura transversal que no solo explique las distintas aportaciones de los distintos investigadores al inicio de tu trabajo, sino que debes aplicar sus distintas tesis a lo largo de toda tu exposición para apoyarla, razonarla, justificarla o rechazarla. Este punto crítico es el que dará cabida a tus aportaciones, y es precisamente lo que busca el tribunal: que utilices lo investigado hasta ese momento para elaborar un discurso que contenga, al menos, una aportación nueva. Esa es la finalidad del TFG y el marco teórico te puede ayudar a lograrlo si te implicas en hacerlo bien. Ahora bien, ¿cuánto debe ocupar el marco teórico del TFG? Seguramente cuentes con unos límites inamovibles acerca de la extensión del proyecto, así que vamos allá con esta cuestión.

Cuánto debe ocupar el marco teórico de un TFG

Esta sea, quizá, la pregunta de más sencilla respuesta pese a que pueda parecer lo contrario. El marco teórico, por fortuna, no tiene una duración predeterminada (a no ser que el tribunal haya decidido previamente limitarlo), y su extensión varía en función de la disciplina a la que pertenezca el proyecto.

Por norma general, su aplicación a lo largo de todo el trabajo debe ser, aproximadamente, de 20 páginas. Esto no significa que debas redactar 20 páginas expresamente de marco teórico puro y duro, sino que es lo que debe ocuparte en términos generales. Normalmente, cada TFG cuenta con unos límites de caracteres o páginas para contar con un formato válido para el tribunal, y ya está incluida la extensión del marco teórico en los mismos. Lo recomendable sería que adelantaras algún punto llamativo del marco teórico en la introducción, como un hallazgo revolucionario en la investigación y cómo ha influido el mismo en la elaboración de tu trabajo, pero no lo expliques al detalle al inicio de la exposición. Deja que sea el propio marco teórico el que dé forma a tu discurso y relaciónalo con cada bloque temático de tu proyecto.

Siguiendo estas recomendaciones, te será mucho más sencillo dar una forma lógica a tu discurso y cumplirás sobradamente los requisitos técnicos y de presentación de tu trabajo, despreocupándote por todo lo relativo a la extensión y la división de bloques temáticos en caso de abarcar un tema demasiado amplio. La correcta elaboración del marco teórico es de gran ayuda a la hora de realizar y presentar ante un tribunal un Trabajo de Fin de Grado, y esperamos que estas recomendaciones te ayuden a alcanzar tu objetivo: ser titulado universitario al obtener los créditos correspondientes al aprobado del TFG y finalizar tus estudios universitarios. Cabe mencionar que, en caso de que prosiguieras con tus estudios y decidieses cursar un máster, también te verás obligado a presentar un Trabajo de Fin de Máster para obtener los créditos correspondientes que te reconozcan la especialización universitaria. En este caso también deberás prestar atención al marco teórico, solo que, en un Máster, este debe tener mucho más peso porque concretiza a niveles mucho más avanzados sobre cuestiones específicas de un tema ya de por sí acotado.

4.7/5 - (22 votos)
Abrir chat
Habla con un asesor académico 👨‍🎓